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Las mermas de plástico inherentes a las etapas de extrusión, impresión y confección de las bolsas son clasificadas y recuperadas en nuestra propia planta de reciclaje de emisión CERO. El producto resultante se vuelve a introducir en el ciclo de producción transformándose en nuevas bolsas. Los restos de tintas empleados en los diseños son eficientemente gestionados por un sistema “dispensing” que reformula nuevos colores a la carta. Los disolventes utilizados en tintas y sistemas de limpieza son destilados y recuperados para volverlos a utilizar de nuevo; durante el secado de las tintas las emisiones de disolvente son convenientemente oxidadas para evitar su libre emisión a la atmósfera.
Acuerdos especiales alcanzados con diferentes clientes y plantas de selección nos permite recoger restos y productos plásticos ya utilizados con el fin de fabricar de nuevo bolsas, logrando así una economía circular beneficiosa para el medioambiente.
Para ello clasificamos, tratamos y lavamos los materiales Post- Consumos adquiridos; estos junto a materiales Post-industriales son recuperados en nuestras plantas de reciclado.
Además poseemos el prestigioso sello a nivel europeo “Blauer Engel” el cual nos certifica como fabricante de bolsas con hasta un 80% de polietileno reciclado libre de gases y de sustancias nocivas para la salud.
Finalmente nuestras bolsas de papel pueden certificarse bajo los sellos FSC® y PEFC™ garantizando que nuestras fuentes de materia prima provienen de bosques sostenibles y bien gestionados.